Colombia pertenece a la lista de países que hacen parte de los aliados en la búsqueda de mejorar la condición actual de la capa de ozono y mejorar el medio ambiente; a travez de acuerdos y tratados las naciones de más de 150 países y por más de 30 años se han unido en un esfuerzo internacional sin precedentes para reducir no solo la contaminación, sino el consumo de sustancias nocivas para el ambiente y mejorar la calidad de vida de los habitantes del planeta para mediados del presente siglo.
Es así que desde 1989 cientos de países firmaron entre otros acuerdos el protocolo de Montreal, el cual fue creado en la convención de Viena y revisado y actualizado para su mejora al menos siete veces hasta que ahora es junto con el Acuerdo de Kioto, la ley de medio ambiente más conocida en el globo.
Este acuerdo consiste, en resumen, en la reducción constante del uso de químicos y sustancias que causan daño a la capa de ozono y generan contaminación y gases de invernadero, como lo son el CO2, los clorofluorocarbonos (CFC) y los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), los tres reconocidos como refrigerantes como ya hemos explicado en artículos anteriores.
Los países miembros de las Naciones Unidas, Santa Sede, Unión Europea y Estados de Micronesia, además de algunos países de América, se comprometen en un tiempo estimado y considerado según su población y área a reducir y suprimir las sustancias clasificadas por el protocolo dentro de tiempos establecidos hasta llegar a la completa eliminación y recuperación de la capa de ozono para el año 2050.
Actualmente en nuestro país las normativas presentes para la eliminación de las sustancias agotadoras de la capa de ozono (SAO) fueron ajustadas al año 2007 y 2013 basadas en estudios y ajustes del protocolo de Montreal.
Es así como el Ministerio de Ambiente mismo declara:
“El plan nacional de eliminación de los Hidroclorofluorocarbonos (HCFC) de Colombia se basa en las medidas de control establecidas por la Decisión XIX/6 del año 2007 del Protocolo de Montreal, que aceleró significativamente el proceso de eliminación de los HCFC y estableció un nuevo cronograma de eliminación de este grupo de sustancias, tomando como línea base el consumo promedio de los años 2009 y 2010.
Las medidas de control para los HCFC consisten en la congelación del consumo al nivel de la línea base en el 2013 y la reducción del 10% para el 2015, 35% para 2020 y 62,5% para 2025. La última etapa busca eliminar el consumo de HCFC antes del 1º de enero de 2030, permitiendo un consumo anual del 2,5% de la línea base de cada país para servicios de mantenimiento durante el período 2030-2040.”
Esto significa que el cronograma al que nuestro país se ajusta para cumplir con su compromiso internacional es:
En este momento para eliminar el consumo de sustancias HCFC y CFC del sector frío en el país, entiéndase como sector refrigeración y aire acondicionado, se tienen dos grandes proyectos en alianza nacional con el SENA y con empresas del sector.
El propósito primario de estos proyectos es disminuir el consumo de los refrigerantes que afectan el medio ambiente y la capa de ozono, a su vez que se reduce la emisión a la atmósfera de los mismos y que generan calentamiento global. Los proyectos están titulados por el Ministerio de Medio Ambiente como: “Entrenamiento y certificación de técnicos de refrigeración y aire acondicionado” y “Red de recuperación, reciclaje y regeneración de refrigerantes”
Correa y Cárdenas ayuda el medio ambiente mediante su adición al segundo proyecto con la parte de recuperación y reutilización de gases, aparte de que cuenta con los técnicos certificados en el primer proyecto, pero mediante el segundo y con la utilización de bombas especiales se evita la liberación de refrigerantes a la atmosfera para su buen uso y posterior manejo.
Redactado para Correa y Cardenas por Tatiana Lezama